Una de las tareas que menos gracia les hace a los perretes es la visita al veterinario.
Y es que los animales desde bien pequeños lo relacionan como algo malo y cada vez que escuchan a sus dueños que tienen que ir al especialista hacen todo lo posible por convencerlos para finalmente no acudir.
No pararás de reír al ver cómo responde el protagonista del vídeo nada más escuchar la palabra "veterinario".
El animal rápidamente pone cara de pena y comienza a hacerle pucheros a la humana para que se compadezca de él.