El animal solo necesitó 24 horas con su nueva familia para ganarse su cariño
Esta es una curiosa historia de un gatito que nació con una deformación en la cara a causa la enfermedad de efectos congénitos que tenía su madre.
El animal fue entregado a una familia que decidió hacerse cargo de él después de observar que estaba desnutrido y adormecido.
Nada más recogerlo, su nueva dueña se encargó de llevarlo al veterinario y siguió una serie de pasos para conseguir que el animal mejorara.
Y a las horas posteriores, el felino ya se mostraba mucho más feliz y activo.