Nada más verla, la humana sintió la necesidad de tenerla entre sus brazos
Imposible no emocionarse al escuchar la bonita historia de Penny con su nueva dueña.
Y es que desde que ambas se han juntado han ido formando una relación de amistad hasta tal punto que ya no se pueden separar la una de la otra.
El animal se muestra de lo más cariñoso con ella y no duda en esperarle sentado hasta que llega, acostarse junto a ella, abrazarla y seguirle en todas las tareas de casa.