Los animales han demostrado en más de una ocasión su gran inteligencia. Y es que aunque parezca que no, estos entienden perfectamente a sus dueños y conocen cuáles son los lugares a los que les gusta ir y a los que no.
A modo de broma, esta persona realiza una llamada delante de su mascota y hace como si estuviera hablando con la perrera para comunicarle que la va a llevar allí porque se está portando mal. Nada más pronunciar la palabra "perrera", al canino se le queda una cara de sorpresa y estupefacción muy graciosa.
Sin duda alguna, no pararás de reír al ver la reacción del perrete y cómo mira a su dueña tras haberla escuchado.