Este loro y su propietaria han entablado una muy buena amistad hasta tal punto que no se pueden separar el uno del otro. Dormir juntos, pasear, maquillarse, tomar helado y hasta preparar la comida; el ave acompaña a su humana en todas las tareas.
Una bonita relación que en algunas ocasiones se ve empañada por las travesuras que la mascota suele realizar como tirar todos lo utensilios de su dueña al suelo.
Y es que Boggie, nombre con el que ha bautizado al ave, no puede resistirse a mover el cuerpo cuando su humana le canta y también muestra su paladar culinario a la hora de probar la comida que le ha preparado.
Sin duda alguna, este loro es un gran compañero de vida con el que compartir grandes aventuras.