Después de pasar una gran ola de calor con temperaturas por encima de los 40 grados en todo el país, más de uno se sentirá identificado con la actitud de este perrete.
Y es que la mascota lejos de soportar ni un solo segundo más esta temperatura decide realizar una estrategia de lo más austera para refrescarse de una forma rápida.
Para ello, el animal se dirige hasta los frigoríficos de una tienda y, una vez que se encuentra allí, abre disimuladamente la puerta para introducirse en medio de las bebidas y bajar la temperatura corporal por unos instantes.
Además, el can se posiciona en el fondo de la nevera para camuflarse bien con las botellas, que los humanos no le pillen y así disfrutar el máximo tiempo posible de su particular aire acondicionado.