A pesar de que los perretes suelen ser unos animales de lo más cariñosos y comprensivos del mundo, si hay algo por lo que no pasan es que sus dueños huelan a otras mascotas.
Y es que este es un tema que les toca la fibra de tal forma que incluso pueden llegar a coger un buen mosqueo.
En esta ocasión, el protagonista del vídeo es un can que después de estar esperando a su humana durante toda la mañana en casa, se lleva una gran desilusión al descubrir que huele a otra mascota.
El animal coge tal cabreo con la misma que hasta cataloga el hecho como infidelidad y frunce el ceño.