Morirás de amor, y a la misma vez de terror, al ver la caracterización tan lograda de este precioso bulldog francés.
Con peluca y cuchillo incluidos, este pequeño perrete persigue a su dueño por toda la casa como si fuera el mismísimo Chucky.
¿Y lo mejor de todo? Su interpretación. Con gesto serio y ceño fruncido, este peludo se ha ganado con creces el puesto como sucesor al protagonista de la película en versión canina.
Coge papel y apunta esta genial idea tanto para Halloween como para cuando recibas una visita y sorprende a tus invitados. Seguro que se llevarán un gran susto.