Víctor Font, uno de los principales candidatos a la presidencia del FC Barcelona, ha concedido una entrevista al diario subvencionado independentista 'ElNacional.cat', uno de los pozos nacionalistas más recalcitrantes entre los medios catalanes. Y les ha dicho lo que querían oír, aunque intentando ponerse digno: el Barça seguirá siendo utilizado como instrumento político.
Era tan fácil como decir 'no', pero Víctor Font ha respondido de la siguiente manera cuando le han preguntado si dejará meter mano al independentismo en el club en caso de alcanzar la presidencia: "El Barça representa una buena parte de este país. Es una institución que siempre ha sido muy útil para explicar quiénes somos los catalanes y qué es Cataluña en todo el mundo. Por lo tanto, esto es una realidad insoslayable. El Barça tiene que estar al lado de la voluntad mayoritaria del pueblo de Cataluña y, ante un conflicto político como el que hay, hacer todo lo posible para que este conflicto se resuelva de forma democrática", confiesa.
"Dicho esto, también somos plenamente conscientes de que el Barça debe centrarse en gestionar la institución, multideportiva, y que es transversal, donde la realidad de la sociedad catalana se debe sentir reflejada. Y no se debe hacer uso del Barça como si fuera una herramienta política o como si fuera un partido político", señala. Primero dice que el Barça tiene que estar al lado de Cataluña, y luego dice que no debe ser herramienta política. ¿En qué quedamos?
Parece ser que Víctor Font pretende nadar entre dos aguas. Una vez más, queda demostrado que con tal de obtener el beneplácito de la turba independentista, los dirigentes del Barça son capaces de cualquier cosa.
Blanqueo al independentismo
Por otro lado, Víctor Font ha dejado claro que está 'a la venta' blanqueando al independentismo, cuyas presiones fueron importantes en la dimisión de Bartomeu y que han estado influyendo mucho en lo que respecta al FC Barcelona como institución.
"Bartomeu tuvo que dimitir porque el cúmulo de errores, de decisiones incorrectas que han afectado la falta de proyecto deportivo, la situación económica del club, el tema del Bartogate que hizo entrar el club en una situación de quiebra moral ... Todo junto sitúa la institución en un pozo y estas fueron las razones por las que Josep Maria Bartomeu acabó dimitiendo", asegura, rechazando que la presión política haya influido.
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Del mismo modo, asegura que él no ha recibido presiones: "Yo que no vengo de este mundo y estaba un poco a la expectativa, puedo decir alto y claro que el mundo político no ha hecho ningún tipo ni de aproximación, ni ha enviado ningún mensaje directo ni indirectamente. Como debe ser. Si no ha ocurrido hasta ahora, y pienso que lo mejor para el club es que no pase, déjame que siga pensando que la realidad seguirá siendo como la de ahora", zanja.
O se cree que somos tontos, o el tonto es él. Una de dos. El independentismo ya sabe que tiene nuevo títere al que manejar al frente de la institución deportiva más importante de Cataluña. Hace tiempo que el Barça dejó de ser de (todos) sus socios.