El pasado sábado, durante un acto de partido, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, tuvo la 'brillante' idea de cargar, una vez más, contra los empresarios españoles.
En particular, esta vez dirigió su ataque hacia Juan Roig, presidente de Mercadona, al que llamó 'capitalista despiadado', por incrementar sus ingresos en los últimos años.
Lo que no se esperaba la ministra es que sus polémicas declaraciones le hiciesen quedar, una vez más, francamente mal.
Primero fueron muchas las personas las que por redes sociales afearon su actitud a la ministra, asegurando que Mercadona y en particular Juan Roig ayudan a la economía española. Posteriormente, fueron miembros de la oposición los que cargaron contra Belarra por su actitud. El propio Juan Roig también ha querido pronunciarse y ha asegurado que es tarea de los dirigentes políticos gestionar bien las riquezas que empresas como Mercadona puedan producir.
En las últimas horas quien ha querido hacer su juicio de valor sobre el tema es Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios. El que fuese presidente del Real Madrid, fue preguntado sobre la polémica Belarra - Roig, a lo que contestó que le parece una barbaridad las declaraciones de la ministra, ya que los empresarios solo intentan llevar su empresa de la mejor manera posible.
Para dar más énfasis a su discurso, Boluda se preguntó que, como la gasolina ha subido, si hay que 'ahorcar' al presidente de Repsol. El presidente de los empresarios valencianos ha expuesto que "o todos los empresarios somos capitalistas despiadados o no lo somos ninguno", y ha recordado que "no hay ningún monopolio en nada" e insta a "serenarse un poco". Además, ha advertido que "estas cosas se lanzan y luego la piedra no sabes dónde llega".
De esta manera una voz autorizada dentro del sector empresarial vuelve a callar a las populistas declaraciones de la ministra Belarra, que sigue exponiendo en sus disursos planteamientos comunistas que no tienen sentido alguno.