El Real Madrid ha redoblado su interés por conseguir el fichaje de Kylian Mbappé después de confirmar que Eden Hazard es irrecuperable para el proyecto ganador de futuro que prepara Florentino Pérez.
El presidente blanco ya admite en círculos íntimos que lo del fichaje de Mbappé va muy en serio y hasta su portavoz Josep Pedrerol da por hecha la llegada de la estrella gala para convertirse en la gran atracción del nuevo Bernabéu.
Por otra parte, la eliminación en semifinales del PSG de la Champions, después de quedarse muy cerca el pasado año en la final, ha causado decepción en el PSG y su entorno. Y desde París llegan noticias de que el club galo estaría pensando en replantear su proyecto y empezar uno de cero con nuevas estrellas, lo que significa que tanto Mbappé como Neymar estarían en el mercado.
Mbappé quiere jugar en el Real Madrid, el Real Madrid quiere que juegue vestido de blanco y el PSG abre la puerta de la negociación. Todo se junta. Todo salvo las pretensiones económicas del PSG, que hace cuatro años pagó 180 millones por él al Mónaco y ahora quiere recuperar la inversión.
80 millones y Varane
Sin embargo, Florentino no está dispuesto a llegar a esas cifras aduciendo que está a un año del final de su contrato y que la próxima temporada puede llegar al Real Madrid a coste cero. Además, el PSG tiene amortizada a su estrella tanto en el apartado contable como en el futbolístico, aunque no haya logrado con él el gran objetivo de ganar la Champions League.
El Real Madrid está dispuesto a hacer un esfuerzo económico por el futbolista recurriendo a sus reservas después de años conteniendo gastos en el capítulo de fichajes.
Florentino ofrecería 80 millones de euros y añadiría a su oferta a Varane, un fijo en la selección francesa, campeona del mundo, que goza de muy buen cartel en Francia. El Real Madrid ya sabe que Varane no tiene intención de seguir en España y enfoca su estrategia por enviarle a París.
Sería un excelente acto de servicio final de Varane para el Real Madrid, que conseguiría hacer realidad su sueño de fichar a Mbappé a un precio razonable y sin poner en peligro la estabilidad económica del club. Además, conservaría a Vinicius, el jugador que pretendía el PSG inicialmente como canje.