El Real Madrid necesita fichar un defensa próximamente. El club blanco sabe que Sergio Ramos no será eterno, y aunque a sus 33 años sigue siendo de lo mejor que hay en el mundo, Florentino Pérez piensa ya en su heredero. (El fichaje tapado (y galáctico) del Real Madrid que comenzó a fraguarse a finales de agosto).
El elegido podría ser el jugador holandés Virgil Van Dijk, del Liverpool. El más que probable Balón de Oro está en el momento cumbre de su carrera deportiva después de haber pasado momentos muy difíciles. Entre ellos, estar al borde de la muerte.
Van Dijk estuvo a punto de morir con 21 años
Cuando tenía 21 años y jugaba en el Groningen holandés, el defensa sufrió apendicitis, peritonitis y una infección renal que estuvo a punto de llevárselo de este mundo. Por fortuna, logró superarlo para convertirse en un jugador de leyenda.
“Lo único que pude ver fueron tubos colgando sobre mí. Mi cuerpo estaba roto y no podía hacer nada. En ese momento, los peores escenarios estaban zumbando alrededor de mi cabeza”, recuerda en una entrevista para Four Four Two.
Dick Lukkien, su entrenador en aquel entonces, recuerda que se temieron lo peor: "Al principio pensamos que tenía gripe. Estuvo en casa por unos días y con mucho dolor en el abdomen. Fue al hospital local pero no pudieron encontrar nada, así que lo enviaron de vuelta a casa. Allí ya fue su madre la que le llevó de vuelta al ver que aquello no era normal. Fue crucial para salvarle la vida”, explica.
El testamento de Virgil Van Dijk
Van Dijk llegó incluso a escribir su testamento: “Si muriera, una parte de mi dinero iría a mi madre. Por supuesto, nadie quería hablar de eso, pero teníamos que hacerlo”, concluye el zaguero, que ahora suena para convertirse en el galáctico que necesita la defensa madridista para reponerse de la cercana salida de Sergio Ramos…