Vamos a contar mentiras, tralará... Ahora dicen que los saqueadores de comercios son policías

Desde la CUP se insinúa que son "policías infiltrados" los que desvalijan las tiendas y se enfrentan a la Policía.

Vamos a contar mentiras, tralará... Ahora dicen que los saqueadores de comercios son policías
Vamos a contar mentiras, tralará... Ahora dicen que los saqueadores de comercios son policías

El Procés se cimenta sobre la mentira. Una detrás de otra. La última, que los violentos que siembran las noches de Barcelona de pánico son policías camuflados.

Son tan enrevesados que para salir del atolladero inventan lo que haga falta. Los promotores de los disturbios callejeros que han utilizado la excusa de Pablo Hasél y la libertad de expresión para devastarlo todo saben que la ciudadanía está harta de ellos. Lo que hacen no es popular. Y lo saben.

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Y para congraciarse con el personal han optado por urdir un sucio embuste, que no son los chavales antisistema de las juventudes radicales del separatismo los que saquean los comercios en indignas acciones de pillaje, los que lanzan piedras a la policía, los que queman contenedores, los que destrozan mobiliario urbano...

Los delincuentes son policías camuflados (?)

Se han sacado las pulgas de encima y ahora resulta que los que lanzan piedras a la policía son policías. Y policías son los que desvalijan las tiendas y destrozan la ciudad. Se trata en su opinión de una sibilina estrategia policial para hacerles quedar mal.

Así lo ha llegado a afirmar Carlos Riera, una de las mentes pensantes con más peso en la CUP. En su opinión, detrás de los saqueos a comercios de Barcelona "puede haber policías infiltrados para provocar este tipo de espiral de violencia".

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Y se ha quedado tan ancho. Policías infiltrados, dice. Y ha añadido en RTVE: "la actuación policial ha tenido una clara intención de provocar enfrentamientos. En el origen de la violencia siempre hay una actuación policial desproporcionada. No se puede comparar ninguna violencia con la que una persona pierda un ojo".

Y la CUP ofrece una solución que pasa por disolver la BRIMO (Área de Brigada Móvil o Antidisturbios): "los mossos de forma general y la BRIMO en particular es un cuerpo altamente militarizado. Hace falta una desmilitarización y democratización". Y seguramente así, con la BRIMO y los Mossos desactivados, sus cachorros podrán sembrar el terror en las calles a sus anchas sin riesgo de perder un ojo o ser detenidos.