En el entorno de Urdangarín ya hablan de la “mala elección de centro penitenciario”.
Y es que el cuñado de Felipe VI, pese a que sólo lleva ocho meses en la cárcel, lo está pasando peor de lo que pensaba en la cárcel de mujeres de Brieva.
Dicha cárcel ofrece una serie de ventajas logísticas, pero al parecer la soledad se está convirtiendo en el gran enemigo de Urdangarín.
El yerno de Juan Carlos I es el único preso en la cárcel de Ávila, y el aislamiento al que se ve sometido es total.
Urdangarín está sufriendo una depresión, y la posibilidad de practicar deporte (tiene una bicicleta estática) no suaviza su tristeza. Únicamente las visitas de su esposa, hijos y familiares le sirven de consuelo.
Urdangarín está condenado a cinco años y diez meses
Teniendo en cuenta que Iñaki Urdangarín está condenado a cinco años y diez meses de prisión por el Tribunal Supremo, tanto él como su entorno están valorando pedir el traslado a otro centro penitenciario.
Justamente esta semana, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Ávila ha decidido mantener a Urdangarín en segundo grado, por lo que no puede salir de prisión.
El cuñado de Felipe VI no podrá obtener permisos de salida hasta finales de 2019, cuando habrá cumplido una cuarta parte de su condena.