Cuanta razón tenía Albert Einstein cuando dijo: “Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y de la primera no estoy seguro”. Los independentistas han vuelto a subestimar al Estado, al Gobierno y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en especial, a la Guardia Civil.
Uno de los terroristas CDR detenido declaró este jueves en la Audiencia Nacional que sus planes de ocupar el Parlement de Cataluña eran conocidos por el “president”: “A mí me dicen que Torra lo sabía”.
Su objetivo era asaltar el Parlament y ocuparlo durante cinco días. Durante ese plazo intentarían que una alta autoridad, ya fuera el propio Quim Torra o incluso Puigdemont, declarara unilateralmente la independencia definitiva.
Han visto demasiadas películas
La acción tenía que ser el colofón después de una gran escalada de violencia pasado el aniversario del 1-O y hasta la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo al juicio del procés.
Una de las claves de su plan era contar con el respaldo popular de las masas borreguiles con el cerebro lavado. Es decir, que los radicales catanazis engañados les parapetasen en el asalto.
Los siete detenidos a prisión
La viabilidad del plan recaía en la capacidad de los comandos terroristas de los CDR para “movilizar a miles de personas”. ¿Pretendían tomar el Parlament con explosivos y con la única ayuda de los tontolazis?
Los detenidos tenían un elevado nivel de “profesionalización” según el auto del juez Manuel García Castellón. Se reclutó en función de sus capacidades a un informático, un técnico de mantenimiento y un químico.
Objetivo: instaurar la republica por cualquier vía
El líder se llama Xavier Duch, diseñador gráfico de 50 años en paro después de tener que cerrar su negocio, una imprenta, en Sabadell. Todos los detenidos forman parte de un nuevo órgano terrorista denominado ERT.
“Equipo de Respuesta Táctica” es una vertiente de los CDR, encargada de implantar la republica a cualquier precio o de cualquier medio, incluida la violencia.
Atentados a gran escala
Tomar el Parlament habría sido la última operación. Tenían planeado hacer caer las telecomunicaciones incluidas torres de alta tensión y telefonía. Después atacarían la red ferroviaria.
Su último golpe antes del asalto al Parlament, habría sido atacar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No uno sino varios cuarteles de la Guardia Civil así como Mossos y Policía Nacional.