Siguen saliendo detractores de Pedro Sánchez. Conforme España se acerca a una campaña electoral que finalizará con las elecciones presidenciales en invierno, el candidato del PSOE y actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se gana cada vez más enemigos.
Son muchas las voces que han discrepado con la política ejecutada por el presidente Sánchez. Lo llamativo es que incluso son los propios barones del PSOE o ex pesos pesados de la formación socialista los que han criticado a 'Su Sanchidad' por decisiones del todo polémicas que ha ido adoptando a lo largo de este mandato.
La última de las polémicas viene relacionada con el 'fugaz' ministro de Cultura y Deporte, Máximo Huerta.
El escritor y periodista ha dejado caer que Pedro Sánchez le nombró ministro de Cultura y Deporte aprovechando su tirón mediático, como estrategia para así demostrar la remodelación que quería realizar en su Gobierno, pero con la intención de hacerle dimitir, algo que hizo una semana después de su nombramiento debido a las informaciones que pululaban por condenas por fraude fiscal que se le habían impuesto en 2017. Solo 10 horas después de que salieran esas informaciones, dejó el Ejecutivo.
Tras hacerse oficial su dimisión, Máximo recibió una llamada del presidente del Gobierno. Éste le dijo que no respondiese a nada, que no dijese nada, y le prometió que le llamaría en un mes cuando todo estuviese algo más calmado.
El escritor lamenta la estrategia del presidente, ya que considera que fue 'utilizado' para dar en cierto modo una buena imagen del Gobierno de España, a costa de su reputación. El exministro de Cultura asegura que su problema fiscal con Hacienda estaba ya resuelto cuando fue nombrado ministro, así que no era en realidad necesaria su marcha del Gobierno.
Para más inri, Huerta ha querido hacer una comparación Sánchez - Zapatero, y ha asegurado que José Luis Rodríguez Zapatero no hubiese sido capaz de hacer algo así para tratar de blanquear su Gobierno.