Joshua Horner, un hombre de 42 años de Redmond (Oregon), fue acusado por su hija de agresión sexual y terminó en la cárcel. Sin embargo, su perra Lucy consiguió limpiar su nombre y liberarle de una encarcelación injusta.
Como lo estás leyendo. Un hombre condenado a 50 años de cárcel por presuntamente haber agredido sexualmente a su hija fue liberado después de que su perra Lucy consiguiera demostrar que el testimonio de la mujer era falso.
La chica denunció la presunta agresión asegurando que su padre, para intimidarla, había matado a su mascota delante de ella. De este modo había evitado que se pusiera en contacto con las autoridades. El hombre, por su parte, negó en todo momento los hechos y aseguró que el animal seguía vivo y que él era inocente.
A pesar de todo, terminó entre rejas condenado a 50 años de prisión sin pruebas de ADN ni testigos presenciales. El motivo, que no fue capaz de indicar el paradero de la perra. Sin embargo, lo que su hija no imaginaba es que la organización Oregon Innocence Project iba a creer en su palabra y a buscar a Lucy hasta encontrarla.
Lucy apareció a 300 kilómetros de distancia
Tras una búsqueda exhaustiva, el animal apareció a 300 kilómetros de Redmond. Unas personas lo habían rescatado de la calle, y su regreso a casa significó, al mismo tiempo, la desestimación del caso por parte de la justicia al demostrarse que la demandante había ofrecido falso testimonio.
“Éste es un día que no estaba seguro de que iba a ver. Hoy salgo de aquí como un hombre libre”, expresó Horner al ser liberado el pasado 3 de agosto, según informó Oregon Public Broadcasting. Antes de eso, pasó 18 meses en prisión por una denuncia falsa. Volver a ver a su perra fue, sin duda, la mayor felicidad de su vida.