¡¡Una pareja homosexual asesina a sus seis hijos adoptivos y se suicida tras ser acusada de abusos!!

La pareja estadounidense, Jennifer y Sarah Hart, despeñó el coche familiar por un acantilado de 30 metros con sus seis hijos adoptivos en su interior

07 de Abril de 2019
¡¡Una pareja homosexual asesina a sus seis hijos adoptivos y se suicida tras ser acusada de abusos!!
¡¡Una pareja homosexual asesina a sus seis hijos adoptivos y se suicida tras ser acusada de abusos!!

Era el 25 de marzo del año pasado, y Jennifer Hart conducía después de haberse tomado unas cervezas de más. A su lado, en el asiento del copiloto, su esposa Sarah  buscaba en su móvil en Internet preguntas un tanto extrañas. (¿Cuáles son las diferencias entre eutanasia, suicidio asistido y muerte digna?).

"¿Con qué facilidad puedo tomar una sobredosis de medicamentos de venta libre?", "¿Pueden 500 mg de Benadryl matar a una mujer de 57 kilos?", "¿Cuánto tiempo lleva morir de hipotermia mientras se ahoga en un automóvil?".

Sentados en los asientos traseros se encontraban sus seis hijos adoptivos, con al menos dos de ellos bajo efectos sedantes provocados por unas pastillas.

Pasado un tiempo, el coche familiar caería por un acantilado de 30 metros en la Costa del Pacífico, provocando la muerte de toda la familia.

Un año después, un jurado de California ha sentenciado que la tragedia fue provocada, lo que ha obligado a hacer una serie de cambios en los informes del accidente.

El más significativo ha sido la permuta de "accidente" a "suicidio", para el caso de las dos mujeres, y a "homicidio", en los documentos referentes a los seis hijos.

La justicia ha acabado determinando que Jennifer Hart habría bebido alcohol para "envalentonarse" y Sarah habría tomado varias pastillas, al igual que sus hijos, para "atontarse".

Ambas mujeres estaban previamente acusadas de graves delitos de abuso sobre sus hijos, y las autoridades indican que posiblemente tomaron la decisión de suicidarse junto a ellos por la presión social que les comportaban las acusaciones. (El drama del suicidio: ¡3.500 españoles se quitan la vida cada año!).

Antecedentes graves de abusos

Todo comenzó dos años antes, cuando empezaron las denuncias de los allegados sobre supuestos abusos sobre los chicos: Markis (19 años), Jeremiah (14 años), Abigail (14 años), Devonte (15 años), Hannah (16 años) y la pequeña Ciera (12 años).

A pesar de que a través de las redes sociales se mostraban como una familia feliz, la realidad dentro de la casa Hart era totalmente distinta.

Las acusaciones de racismo -había niños de diferentes etnias-, abusos y que las madres mataban de hambre a sus hijos no tardaron en llegar a los titulares nacionales.

En el momento del suceso ya se estaban investigando los hechos, pero hasta después del 'suicidio' las autoridades no entraron en el domicilio. (Un preso muere de una sobredosis en la cárcel de Aranjuez: ¿Suicidio o accidente?).

Un informe ha revelado que en la casa donde supuestamente vivía la familia solo se encontró decoración en las zonas comunes, por lo que no daba la sensación de que los chicos vivieran allí.

"Cuando las autoridades entraron a la casa de Hart, todo parecía limpio, ordenado y recién remodelado. Pero mientras las habitaciones de Jennifer y Sarah estaban decoradas, las de los niños se encontraban vacías", afirmó el investigador Jake Slates de la patrulla de Caminos de California, según refleja la CNN.

Pidiendo comida durante la noche

Días antes del trágico accidente, los Servicios de Protección Infantil en Washington solicitaron que un agente se pasara por la vivienda de la familia, para comprobar en qué condiciones vivian los niños.

No era la primera vez, por cierto. En 2008, uno de los niños le dijo a un adulto que Jennifer le golpeó el brazo, pero el estado cerró el caso alegando que el chico en realidad se había caído.

En 2011, Sarah Hart se declaró culpable de asalto doméstico después de admitir a la policía que hirió a otra de sus hijas tras pegarle con el borde de una bañera.

Después de este episodio, la familia se mudó a Woodland (Washington), donde las quejas de los chicos continuaron. (Una denuncia falsa de acoso provoca el suicidio de un adolescente).

De hecho, uno de sus vecinos, Bruce DeKalb, afirmó que los chavales llegaron a su puerta pidiendo ayuda y comida en medio de la noche. Sin embargo, otros testigos aseguran que los hijos adoptados eran "extremadamente disciplinados, casi hasta el punto de ser robóticos", que caminaban en fila hasta el dormitorio y que se les decía cuándo ir al baño.

Fue precisamente DeKalb quien informó el 23 de marzo del pasado año a los servicios sociales de la penosa situación que le transmitieron los hijos de las Hart.

Al día siguiente, la familia hizo las maletas -aunque no cogieron los cepillos de dientes, dato que extrañó a los agentes y que les hizo sospechar que el suicidio habría sido premeditado- y comenzaron su viaje de Washington a California, donde finalmente morirían los ocho, si bien aún no se ha recuperado uno de los cadáveres. ("El turismo de Cataluña va hacia el suicidio").