Una niña de 14 años puede haber hallado la clave para luchar contra el coronavirus

Su próximo objetivo es trabajar junto a científicos e investigadores que luchan por “controlar la morbilidad y la mortalidad” de la pandemia desarrollando sus hallazgos en una cura real para el virus

02 de Noviembre de 2020
Una niña de 14 años puede haber hallado la clave para luchar contra el coronavirus
Una niña de 14 años puede haber hallado la clave para luchar contra el coronavirus

Científicos de todo el mundo han concentrado todos sus esfuerzos en encontrar formas de combatir el COVID-19, y esto también incluye a jóvenes científicos como Anika Chebrolu, de 14 años. Esta estudiante de Frisco, Texas, acaba de ser nombrada la mejor joven científica de Estados Unidos en el 3M Young Scientist Challenge por su trabajo en el descubrimiento de una molécula que podría conducir a una cura para el coronavirus. La joven ganó 25.000 dólares.

Anika Chebrolu dijo que se sintió inspirada para encontrar posibles curas para los virus después de enterarse de la pandemia de gripe de 1918 y descubrir cuántas personas mueren cada año a pesar de las vacunas anuales y los medicamentos contra la influenza en el mercado.

Anika, quien estaba en octavo grado cuando empezó la investigación, se dedicó a analizar millones de moléculas para encontrar una que pudiera funcionar como candidata para combatir el COVID-19. Usando la metodología in silico para el descubrimiento de medicamentos, fue capaz de identificar una molécula que puede unirse selectivamente a la proteína en forma de punta del SARS-CoV-2, que es responsable del coronavirus.

Estas proteínas se asientan en la superficie del virus y le ayudan a penetrar en nuestras células. Sin ellas, el COVID-19 no sería capaz de causar infecciones. Al unirse e inhibir la proteína en forma de punta, la molécula que descubrió Anika podría potencialmente prevenir la entrada del virus en las células, lo que la convertiría en una meta viable para crear un medicamento.

Anika trabajó con el Dr. Mahfuza Ali, científico de 3M, quien fue su mentor durante todo el proceso. Cada uno de los 10 finalistas fue emparejado con un mentor, que trabajó con ellos durante los últimos meses para dar vida a sus proyectos. Y ¿qué sigue para Anika? La joven investigadora médica espera aprender más de los científicos de 3M y obtener su ayuda en el desarrollo del medicamento.

Curiosamente, su inspiración para el proyecto vino después de haber tenido influenza el año pasado. Esto despertó su curiosidad sobre la forma en que estas enfermedades funcionan. Si todo va bien, le gustaría llevar a cabo pruebas in vitro e in vivo de su candidato a fármaco.

¿Quién sabe? Tal vez pronto escucharemos más de Anika y, con su ayuda, podríamos hacer frente al coronavirus.