Los Mossos d'Esquadra se encuentran actualmente investigando una agresión sexual que se ha producido este fin de semana en la localidad de Blanes (Girona). La víctima es una mujer de 43 años que había quedado con un hombre en su casa a través de una aplicación para ligar.
La mujer de 43 años fue atendida por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) después de ser encontrada en una casa indispuesta por haber consumido alcohol y medicamentos. Los profesionales sanitarios, tras una primera revisión en el domicilio, la trasladaron al hospital de Blanes.
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En el centro sanitario, al empezar a recuperarse, fue cuando explicó a los médicos que había sido agredida sexualmente. Según ha explicado El Caso, el día antes quedó con un hombre por una aplicación de citas y quedaron en su casa para tener una primera toma de contacto y conocerse.
Según el relato de la propia mujer, del que se ha hecho eco la citada fuente, quedó con un varón de 47 años. La víctima decidió que esta primera cita fuese en su casa y el hombre, cuando llevaban un rato charlando, la forzó a tener sexo no consentido con el uso de la fuerza. Al día siguiente llamó al SEM y detalló lo que había pasado.
La mujer no ha podido aportar, por el momento, muchos más datos sobre el presunto agresor ya que está confundida debido a la gran cantidad de fármacos que consumió. Las autoridades policiales esperan que en las próximas horas o días puedan tener más detalles del presunto agresor.
La mujer después de ser tratada de urgencia al hospital de Blanes fue trasladada al hospital de Calella con el fin de ser explorada por médicos especializados en agresiones sexuales ya que el protocolo, en caso de violaciones, indica que se debe realizar una revisión más exhaustiva.
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Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación
Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación con el fin de poder aclarar los hechos e identificar al hombre. Los datos que han aportado a la población para intentar localizar al presunto agresor es que estuvo la noche del viernes 18 al sábado 19 en la casa de la víctima.
Los agentes ya se han puesto manos a la obra pero con la poca información facilitada por la víctima tienen una tarea complicada. Eso sí, confían en que la mujer, cuando esté algo mejor, pueda aportar datos sobre la apariencia física del agresor o sobre su identidad ya que contactaron por una aplicación de citas.