La crueldad de las personas en la red no conoce límites, y muchas veces se habla de esta como una de las verdaderas plagas de nuestro siglo que debería comenzar a erradicarse. Sin embargo, en tanto en cuanto está asociada al carácter humano, esta será imposible de hacer desaparecer a menos que en Internet solo naveguen robots fríos y análiticos, carentes de todo sentimiento.
Uno de los últimos sucesos más crueles de todo Internet ha girado en torno a Emma Jones, una joven de 26 años de Minnesota, que ha sufrido un auténtico acoso por redes sociales y la plataforma de venta de objetos de segunda mano eBay, más popular en Estados Unidos que en otras partes del mundo. Todo parecía marchar correctamente para Jones, que deseaba deshacerse de una freidora de aire que tenía en casa.
Al publicar el anuncio, este no obtuvo una popularidad escandalosa, como suele ser habitual en estas aplicaciones. Sin embargo, un día, las notificaciones provenientes de esta página de venta de segunda mano y de sus redes sociales comenzaron a ser más abundantes de lo habitual. Demasiado. Alarmada, comenzó a revisar sus últimas publicaciones en Internet hasta que se topó con que había cometido el mayor error de su vida.
Había, sin querer, publicado una fotografía de ella, desnuda y frente al espejo, como parte del anuncio de la freidora de aire. Esto explicaba la enorme popularidad de la publicación, que rápidamente se llenó de un amplio rango de comentarios que rozaban la crueldad o eran lo más amable posible. Algunos de los más destacados por su falta de empatía y su ánimo de burla hacen referencia de manera poco decorosa al desnudo cuerpo de Jones, en términos como estos.
"Hola, solo busco un desglose completo de las piezas que vienen con el Ninja. Además, ¿tienes alguna fotografía de primer plano de la parte de la última foto?" o "¿Todo lo que está en las fotos está incluido en la compra? Todo se ve limpio y ordenado". Estos poco discretos comentarios han alimentado uno de los debates más antiguos sobre los humanos: ¿somos crueles y malos por naturaleza?
Otros de los comentarios, que intentaron tapar la falta de vergüenza de estos faltones usuarios, trataron de contactar con ella directamente y avisarla del tremendo error que había cometido. Para cuando Emma Jones se quiso dar cuenta, ya era demasiado tarde, por lo que terminó borrando la publicación de la freidora de aire de la plataforma eBay.
"Ahora estoy molesta porque podría haber obtenido el dinero y todavía tengo la freidora. Tengo demasiado miedo de publicarlo de nuevo. Intentaré dárselo a un amigo". Con este testimonio final, Emma Jones intentará dejar atrás uno de los episodios más turbulentos de su vida, que la dejó hundida y desolada por las burlas que injustamente recibió.