Irene Montero es, sin duda, una de las ministras más polémicas del actual Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos debido, principalmente, a su doble discurso: por un lado, el que defiende desde su cartera de Igualdad; por otro, el que ejemplifica desde su mansión de Galapagar.
Y es que, mientras la podemita asegura que es tiempo de que el feminismo llegue a todos los ámbitos sociales, y que las mujeres sean reconocidas por sus méritos, y no por su físico y sus relaciones personales, ella misma se ha convertido en ministra gracias a su relación con el líder de la formación morada, aprovechando su cargo en Igualdad para nombrar asesoras que tienen como único trabajo actuar de 'niñeras' para sus hijos pequeños.
Podemos es un partido de ricos: del 15-M al 1.229% de patrimonio
Actitud a la que se ha sumado el hecho de que la cartera de Montero prometía, hace más de un año, establecer la ley del 'no es no' contra la violencia de género, así como leyes igualitarias para el colectivo LGTBI; medidas que, sin embargo, no sólo aún no se han aprobado, sino que actualmente cuentan con el rechazo de varias asociaciones feministas y LGTBI.
Pero no son éstas las únicas promesas de Irene Montero que se han visto desmentidas desde su llegada al Gobierno: y es que la podemita se convertía, en las últimas elecciones generales, en una de las máximas representantes de Unidas Podemos, que pedía el voto de los españoles para llevar a cabo medidas "de izquierdas"... como la "bajada de la factura de la luz".
Promesas que no valen nada
"Si Unidas Podemos entra en el Gobierno, también entrará [...] la bajada de la factura de la luz" aseguraba Irene Montero en un mítin, allá por noviembre de 2019, tal y como publicaban las redes oficiales de Unidas Podemos, y tal y como han recordado ahora las redes sociales.
Los antecedentes de violencia de Errejón: un lobo con piel de cordero
Una promesa que no sólo no se ha cumplido, sino que ha sido completamente contradicha por la realidad de este Gobierno, que ha hecho que la factura de la luz alcance sus máximos históricos.
También la podemita prometía, en su estrategia propagandística, la derogación de la reforma laboral o la regulación del precio de los alquileres; grandes medidas que, años después, aún no se han hecho realidad, demostrando que las palabras de la formación morada se las ha llevado el viento... de Galapaga.