La juez francesa antiterrorista Laurence Le Vert investigó un chivatazo telefónico que propició la fuga de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea ‘Josu Ternera’ en mayo de 2011.
El dirigente de la banda terrorista ETA vivía en clandestinidad en la localidad francesa de Saint Gervais mientras las autoridades galas preparaban una operación para su detención. (Detienen en Francia al mítico sanguinario Josu Ternera)
Una llamada telefónica desde Kenia permitió a Josu Ternera saber que las fuerzas de seguridad francesas pensaban capturarle en los siguientes días.
Profundizando en sus investigaciones, Le Vert fue informada por el espionaje francés de que tal alerta sólo podía haberse producido desde los servicios secretos españoles.
El CNI colaboraba en aquella ocasión con los servicios de inteligencia franceses en el seguimiento del conocido terrorista y era el único que sabía los movimientos tanto del etarra como de las autoridades galas, según ha señalado la jueza.
La juez Le Vert, cuando se aseguró que el chivatazo había salido del CNI, presentó una queja ante el Ministerio de Interior del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. (El 69% le dijo en Instagram que debía morir… ¡Y se suicidó!)
Relaciones dañadas entre España y Francia
Este chivatazo que desembocó en la fuga del etarra Josu Ternera provocó una fractura importante en las excelentes relaciones antiterroristas entre Francia y España.
Le Vert ha sido la magistrada que más esfuerzos ha demostrado en la persecución de la banda terrorista en suelo francés y quedó descomunalmente decepcionada tras la fuga de Josu Ternera en 2011.