Una mujer que trabaja en un puesto de helados se ha convertido en una heroína al salvar a una niña menor de edad de un secuestro. La pequeña estaba comprando un helado mientras un hombre se encontraba a pocos metros esperando a que se marchase del lugar para llevársela.
La pequeña acudió al puesto de helados y mantuvo una charla con la trabajadora para comprar un helado en un caluroso día. Cuando la pequeña se decidió, la mujer se fue a por el producto que había elegido. En ese momento, un hombre que estaba observando a pocos metros se comenzó a acercar.
La madre de Marta Calvo puede ser clave para encontrar los restos de Marta del Castillo
Antes de que volviese la mujer con el helado, el hombre intentó llamar la atención de la menor de edad con una serie de gestos buscando complicidad. La pequeña, inocente y sin pensar que pudiese ocurrir nada malo, no sospechó nada pero la heladera si que vio comportamientos extraños.
A los acercamientos constantes del hombre, que hizo como que estaba hablando por su teléfono móvil, se unió que su coche estaba aparcado justo al lado del puesto del lado y con la puerta de atrás abierta, para llevar a cabo el secuestro de una forma rápida y sin que nadie le pueda parar.
La niña, tras coger el helado y pagarlo, se marchó andando por la calle y la heladera, que no dejó de sospechar del hombre que estaba en esa zona, se puso cerca de la menor de edad. Cuando pasó a la altura del coche, la trabajadora echó a correr y se puso al lado de la pequeña.
Justo cuando estaba pasando a esa altura, el hombre también aceleró su paso para coger a la niña y meterla en la parte de atrás pero decidió frenar en el último momento al ver a la heladera al lado de la menor de edad. Ese simple gesto de la joven sirvió para impedir un secuestro.
Las agresiones sexuales, disparadas: así drogan a las mujeres para abusar de ellas
Grabó al presunto secuestrador
La heladera regresó a los pocos minutos a su puesto de trabajo, sacó su teléfono móvil y se puso a grabar al coche conducido por el presunto secuestrador para enviar las imágenes a las autoridades policiales y que le pudiesen investigar, localizar y detener por lo que acababa de intentar.
La niña llegó a su casa sana y salva gracias a esta empleada de un puesto de helados que vio la actitud extraña del hombre que estaba rondando por la zona y logró evitar el secuestro. En las redes sociales las imágenes se han viralizado y todos la consideran una auténtica heroína.