Cada persona es un mundo. Existen multitud de diferencias entre los gustos de una persona y otra. Esto también se ve reflejado en el ámbito sexual con las diferentes posturas y placeres que dan lugar a las filias y parafilias.
La filia es la atracción que se puede llegar a sentir en determinadas situaciones, no necesariamente relacionadas con el sexo, mediante objetos, actividades o ámbitos poco comunes.
La parafilia, a diferencia de la filia, solo ocurre en las situaciones sexuales. Al realizarlas se llega a sentir placer a través de generar dolor. Hay diferentes grados de parafilia, desde las más agudas a las más leves.
Las filias que existen son muy numerosas pero las más comunes son estas: agrexofilia (placer por ser escuchados mientras se practica el sexo), amomaxia (placer por realizar el sexo en un coche aparcado), voyerismo (placer por observar a otras personas sin que estas lo sepan), bondage (placer por atar a la otra persona o ser atado), acomoclitismo (excitación por los genitades depilados) y axilismo (placer por las axilas).
El axilismo
El axilismo es la filia sexual por la cual una persona siente placer cuando le introducen o introduce el pene en la axila para la masturbación.
El placer es originado ya que el hombre puede llegar a imaginarse que la axila es la zona íntima de su pareja. La mujer disfruta por el calor y el roce del pene en la piel.
Aquellos que llevan a cabo está práctica suelen hacerlo sin depilarse la axila para simular el vello de la vagina de la mujer.
El gusto por las axilas viene determinado porque es una zona muy sensible y con muchas terminaciones nerviosas. Esto hace que sea similar al coito tradicional.