Carles Puigdemont decidía, tras el golpe secesionista que lideró el 1 de octubre de 2017, fugarse a Waterloo, donde se mantiene a 'salvo' de la Justicia española, en contraposición a lo que sucedió con el resto de líderes independentistas, que fueron procesados y condenados por sus delitos independentistas, y posteriormente indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Una posición en el extranjero que el ex president catalán intenta aprovechar para manipular a la Justicia europea, intentando que ésta se incline a favor de los intereses de los nacionalistas catalanes, asegurando el independentista, cada vez que tiene la ocasión, que España es un país opresor que limita los derechos de los ciudadanos catalanes, así como de sus representantes políticos.
Intentos del ex president que parecen haber surtido efecto, ya que el Tribunal General de la Unión Europea se ha pronunciado, nuevamente este viernes, acerca de la inmunidad retirada a Puigdemont, así como a sus aliados Clara Ponsatí y Toni Comín. Eso sí, lo ha hecho para dar un nuevo varapalo a los intereses internacionales de los secesionistas.
Así pues, el tribunal europeo ha anunciado que rechaza devolver de manera cautelar la inmunidad europarlamentaria al ex president catalán, asegurando que no existe un riesgo de perjuicio 'grave' contra el ex president, poniendo su detención y posterior puesta en libertad en Cerdeña como ejemplo.
Una de cal y otra de arena
Sin embargo, esta decisión del Tribunal de la UE no ha llegado solo: así pues, el mismo tribunal ha querido destacar que, a pesar de las palabras del Tribunal Supremo español, la actual euroorden que pesa sobre los independentistas fugados se encuentra "suspendida" en toda la UE mientras la Justicia europea resuelve la cuestión prejudicial remitida por Pablo Llarena.
El auto del vicepresidente del Tribunal europeo recalca así a los países de la UE que, en virtud del principio de coordinación leal, deben tener en cuenta "la suspensión del proceso penal y de la ejecución de las órdenes de detención europeas dirigidas contra los diputados" hasta que se resuelva la cuestión prejudicial.
Puigdemont ya no sabe qué hacer para seguir dando la nota: dimitir es lo único que le faltaba
Explicaciones del tribunal europeo que han supuesto también un varapalo para el tribunal presidido por el juez Llarena, el cual, ante la detención de Puigdemont en Italia, aseguró de forma nacional e internacional que la euroorden se encontraba activa, a pesar de la cuestión prejudicial presentada en Europa.
Decisiones del TGUE que demuestran, nuevamente, que las instituciones internacionales tienen serias dudas sobre la situación política y judicial de Cataluña con respecto a España, siendo una cuestión nacional que, debido a las continuas exigencias del independentismo, se ha convertido en un conflicto supranacional que puede acabar con la reputación y la integridad españolas.