Las playas españolas se están llenando de turistas nacionales e internacionales debido a las cálidas temperaturas que deja el verano. La costa mediterránea suele ser una de las más demandadas por aquellos turistas que optan por un destino de playa para desconectar de la rutina, del trabajo y de todo el estrés acumulado durante el año.
Pues bien, según ha detallado la Asociación Cetàcea, los turistas no son los únicos que se han acercado a las costas mediterráneas. Recientemente, un tiburón se ha aproximado a la costa del Garraf (Barcelona) aunque no ha amenazado, en ningún momento, a los bañistas que estaban disfrutando del día de playa.
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Un Isurus oxyrinchus, lo que se conoce popularmente como tiburón mako, una especie en peligro de extinción, es el que se ha aproximado a las costas de Barcelona. El ejemplar medía unos 2,5 metros, de los 4,5 metros que puede llegar a tener este tiburón que habita en los mares cálidos y templados del mundo, principalmente en aguas abiertas.
No es habitual que sea visto cerca de la costa aunque en algunas ocasiones, según aseguran desde Cetàcea, sí que se han observado junto a tierra. No es el caso de este tiburón mako, que fue detectado en mar abierto, justo delante de la costa del Garraf aunque sin acercarse demasiado a los bañistas.
Se trata de un ejemplar de una especie en peligro de extinción y que es considerado como el tiburón más rápido del mundo, ya que puede alcanzar los 70 kilómetros por hora. El Isurus oxyrinchus observado en la costa catalana era joven, por el tamaño, aunque esta especie puede llegar a medir 4,5 metros y vivir entre 11 y 23 años.
El tiburón mako se alimenta de otros tiburones, marsopas, tortugas y peces de todo tipo como atunes, bonitos, caballas y calamares. .Eso sí, este ejemplar también es objetivo de otros depredadores ya que el ser humano le busca en aguas abiertas, sobre todo para el mercado de aletas.
Según detalla Asociación Cetàcea, esta especie de tiburón tiene complicada su reproducción, ya que hasta los 18 años no llega a la edad ideal para tener descendencia, y antes puede ser cazado o eliminado por otros tiburones, hecho que evita que pueda reproducirse con normalidad y de forma frecuente.
Las playas son seguras
Cada año se suelen registrar avistamiento de tiburones cerca de algunas playas españolas. Normalmente se trata de ejemplares que están heridos, desorientados o al borde del fallecimiento. De hecho, el pasado año se pudo observar durante varios días a un tiburón cerca de Benidorm.
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Rara es la vez que un tiburón en un óptimo estado de salud se acerca hasta los bañistas. Mucho más raro es encontrar casos de ataques de tiburones en nuestro país por lo que las playas son completamente seguras para tranquilidad de los turistas que buscan darse un baño con estas temperaturas tan altas.