Panda TV, un conocido streamer australiano con más de 170.000 seguidores, se planteaba el pasado 10 de septiembre un reto muy ambicioso: aguantar 24 horas en transmisión en vivo a través de su canal de Twitch.
Un alocado reto que se planteaba con un benéfico propósito: apoyar a la organización local sin ánimo de lucro RUOK, dedicada a la prevención de suicidios, una de las causas más frecuentes en fallecimientos entre los jóvenes.
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Todo estaba preparado para conseguir el reto: streamer y seguidores parecían estar más que dispuestos a conseguirlo... pero, poco más de 12 horas después de comenzar el directo, Panda TV empezaba a sufrir un dolor inesperado, y creciente, en un brazo y en una rodilla.
Un dolor que, a pesar de intentar soportarlo, acababa provocando que el streamer abandonara la transmisión y acudiese de urgencia al hospital, donde era inmediatamente ingresado.
Tranquiliza a sus seguidores desde Twitter
Poco después, el propio streamer tranquilizaba a todos sus seguidores, destacando que los médicos todavía no habían encontrado la causa de su malestar, pero que le estaban realizando diferentes pruebas para averiguarlo.
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Del mismo modo, Panda TV aprovechaba su publicación para lanzar una seria advertencia a aquellos que actúan como 'médicos' en las redes sociales: "Los expertos de Twitter son claramente mucho más inteligentes que los médicos, y me dicen que tengo un coágulo de sangre, cuando no es así".