Un grupo de agentes de la Policía Nacional accedió el pasado mes de noviembre a un burdel situado en la calle Príncipe de Vergara de Madrid. El prostíbulo estaba totalmente camuflado, ya que tenía la apariencia de un piso normal y corriente. (La noche de sexo (doble) de Kiko Rivera con una mujer transexual)
Los funcionarios entraron tras recibir el conveniente permiso judicial y después de que uno de los clientes denunciara que había sido estafado por los dueños del local.
El hombre relató que estuvo en el lugar, que contrató uno de los servicios de travestis y que en un momento dado alguien le drogó. Según explicó el afectado, la sustancia que le dieron le provocó un sueño profundo, por lo que no le quedó más remedio que pasar la noche allí.
Al día siguiente, tras abandonar el prostíbulo, se percató de que le habían sustraído 14.000 euros de su tarjeta de crédito. (El marido de la Pedroche, travestido con su vestido para las Campanadas)
Pero la cosa no quedó ahí
Además, el afectado relató que había visto cosas dentro del piso que podrían ser también delictivas como por ejemplo, la extraña situación en la que se encontraban las personas que se prostituían, las lamentables condiciones de higiene o los candados que había en las neveras y armarios de las distintas habitaciones.
Esta descripción del cliente sirvió para abrir un nuevo campo de investigación que provocó la entrada en escena de agentes del Grupo de Trata de Seres Humanos de la Jefatura Superior de Madrid.
Las condiciones, muy 'chungas'
Cuando los agentes de ambos departamentos accedieron al prostíbulo, comprobaron todo lo que les había narrado el cliente. (¡¡Es un milagro!! La policía salva la vida a un suicida que se cortó el cuello)
Las condiciones de insalubridad eran efectivamente deplorables, los travestis dormían hacinados en literas, los armarios y las neveras estaban blindadas por los mencionados candados para evitar que los explotados pudieran coger una pieza de fruta más de las previstas en la racionalización de la comida que habían establecido los encargados, que también traficaban con droga, como pudo comprobar la Policía.
Tras registrar el piso, los agentes detuvieron a los cinco responsables de la red de trata de personas y liberaron a una docena de travestis que estaban siendo explotados.Todos ellos procedían de algún país de Sudamérica, la mayoría brasileños.
Los cabecillas de la trama eran venezolanos, salvo uno, que tenía nacionalidad colombiana. El juzgado que instruye la causa les imputa de trata de personas, narcotráfico y pertenencia a organización criminal.
Todos los miembros de la red fueron arrestados en la casa, menos los dos cabecillas, que eran pareja y fueron detenidos el pasado 24 de noviembre en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid cuando ambos regresaban de Turquía. (La Policía Nacional mete un 'puro' a 15 niñatos 'gallitos' por acoso escolar)