El director de la cárcel de Nanclares de la Oca se quedó a cuadros cuando leyó la carta que le mandó un recluso.
El preso solicitó que se le sirviera vino en sus comidas pese a estar prohibido.
La ocurrencia de un preso vasco
"Teniendo en cuenta que en este centro los alimentos se reparten en función a las creencias religiosas de cada uno, solicito acogerme a este derecho. Pongo en conocimiento del centro que soy discípulo del dios Baco (dios del vino), por ello solicito por favor que se me dé vino con las comidas para cumplir las normas de mi religión", escribió.
Con estas palabras, el preso vasco solicitó en la misiva que se le sirviera vino durante las comidas y las cenas en prisión asegurando ser discípulo de Baco.
Sin embargo, el intento de Andoni parece haber caído en saco roto ya que su solucitud ha sido archivada por el Ministerio del Interior con la etiqueta “gracioso del mes".
El consumo de alcohol está estrictamente prohibido en prisión al igual que otros estupefacientes incluso durante la cena de Nochevieja donde se sirve langostinos con cerveza sin alcohol.
Así pues, la petición de Andoni ha sido rechazada y no podrá catar ni una sola gota de vino durante sus almuerzos.