La educación pública catalana sufre, de forma cosntante y cada vez de forma más evidente, la persecución y la presión del independentismo catalán. Así pues, desde la Generalitat de Cataluña, y desde las diferentes entidades independentistas, se busca presionar a alumnos y profesores de la universidad, así como de los colegios, para utilizar de forma exclusiva la lengua catalana, en detrimento de la enseñanza en castellano.
Una obsesión que es denunciada, desde hace meses, desde el profesorado y alumnado universitarios, que se han organizado en plataformas, no financiadas por el Govern, que exigen la libertad de uso de ambas lenguas cooficiales en el sistema educativo., asegurando que la presión y el señalamiento que sufren por parte del nacionalismo catalán corresponden a un régimen totalitario de máximo grado.
"En su día, la dictadura franquista intentó poner a todas las universidades españolas al servicio de la causa del nacionalcatolicismo [...] Una sumisión que tanto daño infligió a la salud cultural y política de varias generaciones, y que puso a nuestas universidades a la cola de Europa" han rememorado desde la plataforma Universitaris per la Convivència.
"Hoy, en Cataluña, el poder aspira a un semejante atropello" comparan "el de convertir a la entera universidad catalana en un eslabón más de la cadena con la que pueda someter a toda la sociedad a causa del nacionalcatalanismo. El precio, ya lo estamos viendo, es el de sacrificar las libertades públicas de los que discrepan de esa causa".
La Generalitat financia el nacionalcatalanismo
Sin embargo, lejos de señalar este nacionalcatalismo, y defender la libertad de los estudiantes y profesores a la hora de escoger la lengua de su preferencia, la Generalitat de Cataluña parece apostar por las entidades nacionalistas que fomentan esta división franquista de los catalanes.
Algo que queda demostreado en las subvenciones otorgadas por el Govern de Pere Aragonès durante 2020: y es que, en plena pandemia por el coronavirus, y en plena crisis económica provocada por las medidas contra el Covid-19, la Generalitat concedió a la Plataforma per la Llengua un total de 760.000 euros "para actividades relacionadas con la extensión del uso social de la lengua catalana durante 2020".
Subvención del gobierno catalán a la que se unieron otras subvenciones de instituciones autonómicas, como es el Ayuntamiento de Barcelona, que otorgó mñas de 15.000 euros a esta entidad, o el ICUB, que concedió una cantidad prácticamente igual a la ofrecida por la Ciudad Condal.
En total, casi un millón de euros públicos que fueron a parar a una de las entidades nacionalistas que más defiende el catalán dentro y fuera de las universidades, y que sigue apostando por el fascismo más radical para acabar con el castellano en Cataluña, así como señalar como 'repudiados' a todos aquellos que defiendan el uso de ambas lenguas en la comunidad autónoma.