"Es un depredador letal". Con estas palabras ha definido el crimonólogo Vicente Garrido a Jorge Ignacio Palma, traficante de drogas colombiano afincado en España, y presunto asesino de Marta Calvo, así como responsable de asesinato de otras mujeres, e intento de asesinato de varias supervivientes.
Asesinatos que, tal y como ha podido conocer OKDiario a través de un informe, destacan, no sólo por la sangre fría del asesino, sino del procedimiento cruel y salvaje al que se sometió a las mujeres antes de que fallecieran.
Así pues, las descripciones del informe detallan el modus operandi de Palma, que sometía a sus víctimas a arriesgadas prácticas sexuales, así como a un extremo consumo de drogas, siendo un desgarrador preludio de lo que pudo sucederle a Marta Calvo.
"Introducción de cocaína vía vaginal y anal (en especial, cuando la víctima está inconsciente); embadurnamiento del cuerpo en forma de masajes, especialmente en zonas con una superior capacidad de absorción (en axilas, detrás de las orejas, y debajo del pecho), untamiento en los blletes cada hora que le paga. Distribución de la cocaína por las sábanas de la cama. Toda, toda llena, rociada de cocaína" destaca el informe.
'Fiestas blancas' del traficante asesino que acababan provocando una fuerte sobredosis a sus víctimas: "concentración en sangre de 9.31 mg/l de cocaína y 4.43 mg/l de benzoilecgonina. La concentración de cocaína en sangre es tóxica entre 0.25 y 0.5 mg/l, por lo que se supera con creces los niveles básicos de una intoxicación [...] La autopsia concluye que el origen de la muerte es violento, que la causa de la muerte ha sido una insuficiencia cardiorrespiratoria secundaria a una intoxicación por cocaína, y que no se puede descartar otro mecanismo que haya colaborado con la muerte, como una asfixia mecánica".
Sin pistas para encontrar a Marta
Un informe que describe a la perfección la forma de actuar de Palma, la que podría haber utilizado también contra Marta Calvo, tal y como defenderá la acusación en el juicio contra Palma, que tendrá lugar en apenas dos meses.
Un juicio en el que, sin embargo, no se podrá contar con pruebas forenses sobre el cuerpo de la joven, ya que, a día de hoy, la policía sigue trabajando en encontrar los restos mortales de la joven, pero sin pistas veraces sobre su localización, ya que Palma no ha confesado aún el lugar o lugares donde se deshizo del cuerpo descuartizado de la joven.
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Cuerpo que el presunto asesino sí ha confesado haber descuartizado, pero negando haber asesinado a la joven, reiterando su versión de que encontró a la joven valenciana muerta a su lado cuando despertó tras una noche de sexo y cocaína.
Declaraciones que, sin embargo, se contradicen con sus posteriores actos ya que, en vez de avisar a las autoridades, el narcotraficante decidió comprar una sierra y disolvente, descuartizando el cuerpo de la joven, y evitando así que los forenses pudieran encontrar signos de violencia en el cuerpo que indicasen que su muerte fuese un asesinato, y no un fallecimiento natural o accidental.