Un hombre de 39 años ha muerto en Bilbao después de sufrir un paro cardíaco en el quirófano antes de someterse a una operación estética de implante capilar en un centro privado. Pese a ser trasladado de emergencia al hospital, el paciente no pudo ser reanimado.
Según pudo confirmar el centro médico, el paciente habría presentado un reacción adversa después de recibir la anestesia dermatológica local, lo que terminó por producir que se le detuviera el corazón por completo.
Debido al cuadro desarrollado por el paciente, en el sitio se practicaron maniobras de reanimación sin éxito. Dada la circunstancia, fue trasladado de emergencia al Hospital de Basurto.
Después de este primer traslado, el hombre fue derivado nuevamente al hospital de Valdecilla. Allí fue donde, pese a los esfuerzos médicos, finalmente ocurrió la defunción. (Una terrible negligencia médica en Gerona retrata a Puigdemont como un canalla sin escrúpulos).
La clínica rechaza cualquier tipo de responsabilidad en lo sucedido
Desde la clínica, sostienen que “no hay una relación causa- efecto entre la anestesia y lo ocurrido”. Además, insisten en que aún no había comenzado la intervención de implantación capilar cuando el paciente desarrollo el cuadro cardíaco que derivó en su muerte.
Asimismo, desde el centro de estética sostienen que en cuanto no fue posible reanimar al hombre en el quirófano el personal solicitó los servicios de emergencia, y que también fue acompañado durante todo el trayecto hospitalario hasta su defunción.
Por último, sostienen que en los cinco años que llevan realizando este tipo de intervenciones, nunca antes había sucedido un hecho de este tipo. Asimismo, sostienen que una parada cardio-respiratoria no se puede prever.
El motivo del segundo traslado fue justificado por las autoridades sanitarias por el hecho de que el hombre debía someterse a un tratamiento con cámara hiperbárica. Sin embargo, la intervención no pudo realizarse antes del fatídico desenlace. (Indemnización récord: 3,3 millones por una negligencia médica).