Rocío Carrasco contó al mundo su versión sobre su separación de Antonio David alegando que el ex guardia civil le ha dado mala vida, le ha arrebatado el amor de sus hijos y se ha convertido en una pesadilla para ella. La hija de Rocío Jurado consiguió que a su ex le echaran de la televisión e inició un importante debate sobre la violencia de género. Es un debate muy lícito, la pregunta es si el caso de Rocío Carrasco es un buen ejemplo y si lo que ha contado es absolutamente cierto.
Cada vez son más las dudas que ofrece el testimonio de Rociíto, empezando por el simple hecho de que no parece estar muy disgustada con las faltas de respeto que recibe su hija en televisión, a pesar de que ella misma definió a Rocío Flores como una víctima.
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Pero no solo eso, hay más. Y es que existen serias dudas de partes del relato de Rocío Carrasco. Una de esas partes es la que hace referencia a las supuestas visitas de Antonio David a su hijo David Flores en su centro de estudios. Rocío denunció públicamente que su ex marido acudía para poner al niño en su contra, algo que a todas luces le habría resultado innecesario teniendo en cuenta que tenían la custodia compartida.
"David empieza a cambiar a partir de que su hermana ya no está en la casa. Yo sé que el padre iba a verle al colegio cuando no le tocaban los días por custodia. Le esperaba a la salida o bien entre clase y clase o recreos", aseguró Rocío Carrasco. "Al niño le iba diciendo cosas, le prometía que iba a grabar un disco y no tenía por qué estudiar, le decía que le iba a llevar a La Voz. Ya me estaba viendo que iba a terminar como terminó todo con Rocío", afirmó la hija de la más grande en uno de los capítulos de la docuserie.
Un relato incongruente
Han sido muchos los que en foros y redes sociales han hecho hincapié en este detalle para poner en duda la versión de Rocío Carrasco, ya que consideran que Antonio David no habría tenido ninguna necesidad de meter pájaros en la cabeza al niño acudiendo al colegio para hacerlo. Tenía tiempo más que de sobra para conseguir ese objetivo durante el tiempo que le tocaba estar con el niño por su acuerdo de custodia.
Es una incongruencia más que se suma a la lista de asuntos que han llevado a mucha gente a poner en cuarentena el testimonio. Sobre todo la actitud intransigente de muchos colaboradores de Sálvame ha sido de pésima ayuda.
De hecho, están haciendo mucho daño a la verdadera lucha contra la violencia de género, una lacra social contra la que hay que luchar con la verdad por delante. Al final, tantas mentiras lo único que hacen es sembrar dudas sobre otras mujeres que sí que tienen que sufrir esa situación, algo que mientras no lo diga un juez no podemos decir que le haya sucedido a Rocío Carrasco.
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Por ahora, ha pasado ya casi un año y el objetivo que tenía Rocío Carrasco de reabrir su caso no se ha cumplido. Pese a todo, el machaque continuo contra Antonio David y toda su familia continúa en televisión, donde tienen mucho más interés en rentabilizar la guerra familiar que en ayudar de verdad a todas esas mujeres que han pasado por el drama de que sus parejas las maltraten física o psicológicamente.