El independentismo radical de Cataluña ha convertido estos días su famoso lema "España nos roba" por un "España nos mata", en referencia a la pandemia del coronavirus que ya ha matado a más de 26.000 personas en el país.
Cataluña es, de largo, la comunidad autónoma más afectada por el virus de Wuhan, registrando un porcentaje de muertos por millón de habitantes superior al de Madrid, San Marino, o París.
Y muchas de estas muertes por contagio del COVID-19 se pueden ahora explicar gracias al estudio de la plataforma CatCovidTransparencia, que afirma y demuestra que la manifestación indepedentista de Perpiñán del pasado 29 de febrero fue "uno de los mayores aceleradores y dispersores de coronavirus en el mundo".
Quién le iba a decir a Carles Puigdemont que su "fiesta" en Perpiñan acabaría cambiando el "España nos mata" por un "el independentismo nos mata".
Un "contagio masivo" peor que en Nueva York
"La explosión de contagio del 29-F es el origen de más de la mitad de las muertes en Cataluña" defiende el estudio "Una deflagración con efectos a largo plazo, que propulsó Cataluña en una dinámica crítica, hasta hoy, principios de mayo. Y que explotó en un segmento de la población de edad avanzada, muy débil frente al coronavirus".
Así pues, CatCovidTransparencia declara que, según su estudio, Cataluña vivió el "mayor aumento de fallecidos en un día" el 17 de marzo, cuando el número de muertos ascendió de 17 a 41, dos semanas después de producirse el evento en Perpiñán.
Entre el 17 y el 27 de marzo, la tasa de mortalidad volvió a aumentar, esta vez, en un 2.500%, pasando de 41 a 1050 muertos. Y el documento declara que la causa fue que el evento independentista de Puigdemont representó un "contagio masivo", que expandió la enfermedad "más rápidamente que Nueva York, Madrid y Lombardía".
El ese mismo estudio, CatCovidTransparencia afirma que, de no haberse producido este '8M' catalán, zonas no céntricas de Cataluña se habrían visto mucho menos afectadas por el virus, siendo el acto secesionista un foco de contagio para poblaciones de toda Cataluña.
Así pues, los autobuses utilizados por la ANC se habrían convertido en portadores del virus de Wuhan sin saberlo, expandiendo el coronavirus a zonas "donde nunca hubiera llegado tan fuerte". (El odio de ERC al Ejército obliga a un grupo de monjas octogenarias a desinfectar su residencia: ¡¡Están 'enfermos'!!)
"Hay una repartición de los primeros 320 decesos similar a la repartición de los autobuses de la ANC" afirma el escrito, que considera que cuando subió gente en fase contagiosa "en un bus por la mañana, el bus volvió en gran parte contagiado" a la vez que la gente sana que subió, regreso "contagiada en la manifestación".