Su rescatista la visitaba, ella le movía la cola, pero nada más. Decidió que tenían que organizar algo que a ella la animara. La cogió en brazos y se la llevó.
Una mujer que estaba viendo todo esto en directo por Facebook, sintió una conexión con ella y le dijo a su marido que iban a tener otro perro de acogida. Llamó a los rescatistas y se la llevaron a esta señora.
Le habían puesto nombre, se llamaba Mappel. En cuanto llegó a su casa de la mujer, la llevo al veterinario. Era una cachorrita y parecía que le habían vuelto las ganas de vivir. Sus hijos le pusieron una mariposa en la cabeza y Mappel empezó a recuperarse.
Al cabo de un mes ya no necesitaba el vendaje entero y poco a poco se dio cuenta que había llegado el momento de despedirse y encontrarle una buena familia que la quisiera.
Ya no necesitaba tener la cabeza vendada y le quitaron la mariposa. Sin duda aquella mariposa la ayudo a recuperarse. Ahora ya es feliz. Otro éxito de los rescatistas que no se dan nunca por vencidos.