Sucedió en New Jersey (Estados Unidos). Un cura protestante abusaba sexualmente de sus fieles succionando sus penes con el objetivo de "exorcizar espíritus malignos que habitaban en sus cuerpos".
Era su receta mágica para quienes iban a su iglesia en busca de consejo y consuelo. Les acababa convenciendo: el sexo oral era laúnica fórmula efica para expulsar los demonios que llevaban dentro.
William Weaver, que así se llama el reverendo, asegura que se limitó a seguir La Biblia utilizando rituales nativos americanos -y sexo oral- para eliminar a los "demonios" de los feligreses que tenían problemas.
Así les practicaba el sexo oral
El truco le funcionó hasta que tres hombres decidieron ponerle una denuncia, en la que informaron que les ordenaba que se desnudaran y luego les invitaba a tumbarse. Luego les ponía una moneda de ángel en la frente, les ponía piedras en las manos y les practicaba directamente el sexto oral.
Uno de los denunciantes afirmó que "me levantó la cabeza y me miró a los ojos, diciendo, 'ya no tienes de qué preocuparte, ahora yo soy tu protector'".
Los tres denunciantes, conscientes de que esta práctica era muy habitual en el pastor, han hecho un llamamiento a la población para que otras personas que hayan pasado por el mismo trance se animen a denunciar al reverendo.
De esta manera pretenden que no vuelvan a repetirse los abusos sexuales que han sufrido ellos. Los tres han recurrido a la vía judicial después de obtener el silencio como respuesta en la Iglesia a la que pertenece William Weaver.