El Gobierno de Armengol comienza a tener serias dificultades, sociales y políticas, debido a los escándalos que siguen apareciendo sobre su gestión de los centros de menores.
Y es que, si bien hace unas semanas, la desaparición de una menor tutelada en Mallorca ponía contra las cuerdas mediáticas a la presidenta del Govern balear, ahora son las declaraciones de una tutora del centro de menores Pare Morey de Ibiza las que vuelven a poner el foco sobre los menores en las islas baleares.
Ana Gregorio Roig, tutora y docente en el citado centro de menores durante más de siete años, ha denunciado ahora que, en 2018, el centro acogió, por primera vez, a dos menores extranjeros no acompañados, conocidos como menas, que habían alcanzado la isla en patera, descubriendo poco después que, en realidad, se trataba de dos adultos, de 19 y 21 años de edad.
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Mayorías de edad de ambos jóvenes que haría que tuvieran que salir del centro, pero que fue 'obviada' desde el centro, que mantenía así la asignación económica de acogida de los dos menas.
Sin embargo, pronto la mayoría de edad de los jóvenes no fue lo único que fue encubierto por el centro, que llegó a 'esconder' casos, incluso, de abuso sexual dentro del propio centro.
Cesada y expedientada por denunciar la situación
Así pues, tal y como relata Gregorio Roig, uno de los falsos menores del centro estuvo implicado en un atropello con fuga, permitiéndosele acudir al centro a recoger sus cosas para no ser detenido por la Policía, así como que se encubrió que fuese mayor de edad ante los agentes.
Del mismo modo, tal y como relata el diario El Español, la educadora remitió un escrito en 2019 al Consell de Ibiza, denunciando que la dirección estaba 'permitiendo' que los jóvenes mantuvieran con frecuencia relaciones sexuales con varias internas menores, "encubriendo hechos constitutivos de delito, como por ejemplo, abusos".
En concreto, la educadora sostenía en su denuncia que las relaciones sexuales "se minimizaban a pesar de la diferencia de edad, facilitando el centro en varias ocasiones el desplazamiento a centros hospitalarios para la obtención de la pastilla del día después".
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Abusos que llegaron incluso, tal y como pudo saber la educadora poco después, a que se produjera en el centro una grave agresión sexual a una de las menores, con discapacidad psíquica, que fue obligada a realizar una felación a tres internos, siendo este caso nuevamente encubierto por el centro.
Denuncias continuadas de Ana Gregorio que fueron archivadas por la Fiscalía, mientras que el Consell de Ibiza decidió abrir un expediente a la tutora, cesarla del cargo, y enviarla de nuevo a su plaza de funcionaria como auxiliar de enfermeria en una residencia de mayores.