El año 2016, un hombre llamado Shashikant Sharma apareció muerto cerca de la comisaría de policía de la ciudad de Jaipur, en la India. Se detuvo, en su día, a dos personas pero finalmente han quedado en libertad.
Hay ocasiones que los crímenes quedan sin resolver por la falta de pruebas, porque no hay testigos o porque los presuntos delincuentes tienen coartada. Sin embargo, lo sucedido en este caso es poco habitual.
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Después de llevar a cabo la investigación del caso durante meses, la policía finalmente consiguió dar con los dos presuntos culpables, a quienes imputaron por homicidio. No había testigos pero si pruebas concluyentes.
El crimen parecía estar totalmente resuelto pero, de un día para otro, las pruebas contra los sospechosos han desaparecido. Los agentes encargados de la investigación han tenido que dar explicaciones ante el juez.
Los investigadores del caso se han presentado en la audiencia previa al juicio por el asesinato sin ni una sola prueba. Ante el magistrado, han explicado el motivo por el que las han perdido y no han podido recuperarlas.
Un mono ha accedido hasta el lugar en el que estaban las pruebas que había contra las dos personas que han sido detenidas como presuntos autores del homicidio y se las ha llevado. Los policías admitieron que perdieron todas las pruebas, que resultaban determinantes sobre la autoría del crimen.
Un total de 15 evidencias
Según admitieron las autoridades, recogieron un total de quince evidencias, incluyendo el arma homicida, que era un cuchillo. Guardaron todas las pruebas dentro de una bolsa que dejaron bajo un árbol por falta de espacio. La bolsa, a la vez, estaba vigilada por otro policía.
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Los policías no han podido dar más detalles al juez sobre la localización de las evidencias forenses. Tal como han explicado al juez, el compañero encargado de vigilar las pruebas les dijo, pocos momentos después, que un mono había cogido la bolsa y escapado con ella rápidamente. El juez está muy molesto por lo ocurrido.