El enchufe en Podemos está a la orden del día: el que no enchufa a su pareja lo hace con algún ex que podría contar cosas indebidas. Esto ha sucedido con Ricardo Sà Ferreira, el ex novio de Dina Bousselham. No hay mejor método para callar bocas que un carguito en el partido morado y la promesa de tener un chaletazo en el futuro.
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y gran candidata a la secretaría general de Podemos, Ione Belarra, no ha dudado en meterle en el Consejo Ciudadano estatal de Unidas Podemos de cara a las próximas elecciones primarias. Si lo hizo con su pareja, cómo no va a hacerlo con alguien que puede tener información sensible que puede destruir al partido.
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Se da la circunstancia de que el juez Manuel García-Castellón, de la Audiencia Nacional, pidió investigar a Ricardo Sà por falso testimonio en el caso de la retención de la tarjeta del móvil a la ex asesora de Pablo Iglesias por parte del Coletas. ¿Qué mejor manera de evitar que se retracte que darle un cargo, un sueldo y la posibilidad de acabar llenándose los bolsillos como el resto de los falsos comunistas que lideran el partido morado?
Hasta ahora, el asistente de origen portugués trabajaba a nivel del Parlamento Europeo, sin haber formado parte de la candidatura anterior de Pablo Iglesias. Tras la marcha de éste, Ricardo Sà se suma al proyecto de Belarra con las sospechas sobre su cabeza por haberse callado informaciones clave en el esclarecimiento del caso de la tarjeta SD de Dina Bousselham 'confiscada' por el Coletas.
Falso testimonio
Manuel García-Castellón solicitó su imputación por falso testimonio en la exposición razonada que elevó al Tribunal Supremo, que declaró falta de competencia al no estar aforado. El juez instó a proceder contra Iglesias como presunto autor de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa o simulación delito por la destrucción de la tarjeta de teléfono de su ex asesora.
Ricardo Sà nunca desveló que Pablo iglesias acabó devolviendo la tarjeta SD a Dina Bousselham, con la que el portugués mantenía una relación en el momento de la 'desaparición' de la tarjeta en 2015, fecha en la que su teléfono móvil, que contenía información sensible sobre el partido morado y sobre su líder, también fue sustraído. Posteriormente, Ricardo Sà Ferreira se puso en contacto con una empresa de reparaciones tecnológicas para tratar de recuperar el contenido de la tarjeta SD que Iglesias entregó destruida a su ex asesora.
No parece casualidad que después de todo Ione Belarra vaya a darle un puesto en el partido, algo que él ya ha agradecido públicamente: "A lo largo de estos años, con todas las enseñanzas que he aprendido, lo más valioso que me lo enseñaron los militantes de Podemos es que la condición de posibilidad para el cambio somos nosotros, entre todas y todos. Por eso he decidido dar un paso adelante, para poder aportar mi granito de arena porque en esta nueva etapa necesitamos toda nuestra inteligencia y, sobre todo, nuestra alegría", explica en la candidatura.
Los trapos sucios de Podemos nunca se terminan de lavar del todo. La salida de Pablo Iglesias no ha evitado que muchos asuntos turbios sigan en el foco, y el caso de la tarjeta de Dina Bousselham todavía tiene mucho recorrido por delante.