Ir al cine con tu pareja, salir a cenar, tomar una copa después y acabar metidos en la cama después de un intenso día. Este sería el procedimiento normal, aunque hay una pareja en Galicia que se saltó varios pasos.
La noche no acabó como se esperaba. La pareja, que estaba disfrutando de una cena en un restaurante de la popular rúa Galera, sufrió un calentón incontrolable.
Deseo irrefrenable
Guiados por la pasión, decidieron ir al baño para resolver la necesidad extrema del momento. Pero fue tal el ahínco que los gritos y gemidos resonaron por todo el local.
Al propietario del establecimiento no le quedó más remedio que ir a llamarles la atención después del escándalo que estaban perpetrando.
Acudió la policía
La mujer, muy enfadada por el ‘coitus interruptus’, insultó, gritó y agredió al dueño.
No le quedó más remedio al jefe que llamar a la Policía Local. “Se lo montan en mi restaurante y encime me agreden”, debió pensar el propietario, con el brazo izquierdo de color rojizo.