Sucedió en la población de Leek, en el Reino Unido. Lewis Roberts, un joven de 18 años, fue arrollado por un vehículo y fue dado por muerto. Cuando le iban a extraer los órganos para donarlos se despertó causando un impacto brutal entre los familiares.
La familia iba a donar sus órganos
El accidente tuvo lugar el 13 de marzo y Lewis Roberts fue ingresado en el Royal Stoke University Hospital en estado muy grave.
Lewis pasó cuatro días en coma, luchando contra la vida o la muerte. Finalmente, los médicos le diagnosticaron muerte cerebral sin ninguna posibilidad de sobrevivir.
Los familiares asimilaron la noticia y fueron convencidos para donar los órganos de Lewis, que por su juventud podrían salvar las vidas de otras siete personas.
Y apenas unas horas antes de que su cuerpo fuera abierto para extraer sus órganos, Lewis empezó a respirar por sí mismo ante el asombro de sus familiares.
Muerte cerebral
A partir de aquí, Lewis ha seguido un lento proceso de recuperación que ha pasado por reaccionar a las pruebas de dolor y a mover las extremidades tímidamente por sí mismo. También puede ladear la cabeza, parpadear y mover la boca.
Día a día la recuperación se va consolidando, Lewis va recuperando la energía en su cuerpo y la familia está esperanzada de que finalmente pueda salir de este duro trance.
El tratamiento no es barato y para recaudar fondos se ha iniciado una campaña de solidaridad entre los habitantes de la zona que en las primeras horas ya han donado 1.800 libras (2.100 euros).
Ahora sólo falta que despierte y reacciones ante los estímulos externos.