El presidente estadounidense Donald Trump ha hecho Historia, siendo el primer presidente de EE.UU. que ha sido invitado a entrar en territorio norcoreano.
Allí le esperaba el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, para un breve encuentro lleno de simbolismo, que tenía como objetivo reactivar el diálogo entre las dos Coreas, que se encuentran enfrentadas desde los años 50.
Un amistoso encuentro entre dos grandes líderes
Trump ha sido el primero en salir del Freedom House, edificio situado en el sur de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA) de la frontera entre las dos Coreas, en pleno corazón de la zona desmilitarizada (DMZ). (Así ha humillado Donald Trump a Pedro Sánchez en la cumbre de Tokio)
Desde el otro extremo de la JSA ha aparecido Kim Jong Un, que ha ido al encuentro del presidente estadounidense, aún en zona 'neutra'.
Tras un afectuoso apretón de manos, en la que el líder norcoreano ha afirmado: "me alegro de verle de nuevo. No esperaba verle jamás en este lugar", Donald Trump ha pisado suelo norcoreano, siendo el primer Presidente de los Estados Unidos en hacerlo.
Comienza el "fin del conflicto en la península"
Tras unos instantes reunidos en la zona norte de la frontera, ambos líderes se han reunido con la prensa en la zona sur, donde han explicado que este acercamiento tiene como objetivo último "poner fin al conflicto en la península", según ha afirmado Kim Jong Un.
A la frontera también se ha acercado Moon Jae-in, el presidente surcoreano, que ha saludado tanto a Donald Trump como al líder 'enemigo' con un apretón de manos con muchas promesas.
Al término de la reunión, Trump ha afirmado que en las próximas semanas, comenzarán a producirse reuniones entre los equipos de los países involucrados, reactivando así las conversaciones bilaterales de desnuclearización que llevan atascadas desde el pasado febrero.