El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha apostado por un discurso incendiario para responder a la oleada de protestas que se están registrando por todo el país tras la muerte de George Floyd.
Donald Trump, que tuvo que esconderse en el búnker cuando los manifestantes se aproximaron a la Casa Blanca, ha amenazado a los ciudadanos con sacar al Ejército a las calles. (Donald Trump pone a España en el centro de su diana...¡Y apunta!)
Además, Donald Trump ha pedido a los gobernadores del país una respuesta más agresiva con cargas policiales arrestos y duras sentencias de cárcel para poner fin a los disturbios.
"Vamos a acabar con el caos, vamos a acabar con la anarquía. Soy vuestro presidente de la ley y el orden", ha dicho el presidente de Estados Unidos desde la Casa Blanca.
"Nuestro país siempre gana. Por esa razón estoy tomando una acción presidencial inmediata para detener la violencia y restaurar la seguridad en Estados Unidos", ha explicado Trump.
"Estoy movilizando todos los recursos disponibles, civiles y militares, del Estado federal para detener el saqueo y las revueltas", ha añadido el presidente estadounidense sobre los disturbios.
"Hoy he dicho a cada gobernador que despliegue la Guardia Nacional en número suficiente para dominar las calles. Si las ciudades y los estados rehúsan tomar las acciones necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, yo desplegaré las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y les resolveré rápidamente el problema", ha comentado Trump en tono amenazante. (La hidroxicloroquina puede matar al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y a cualquiera que la tome sin prescripción médica)
Por último, el presidente de Estados Unidos ha calificado a los manifestantes que se quejan de la violencia policial contra los negros de "terroristas domésticos".
Un manifestante subido a un coche de policía
Una de las imágenes virales de la última jornada de protestas ha sido la de un manifestante subido en un coche de policía. De inmediato, varios agentes se han abalanzado sobre él y le han alejado del vehículo.
Algo muy diferente a lo que se vivió en Cataluña en 2017. En aquel momento, Jordi Cuixart se subió a un coche de la Guardia Civil para lanzar una arenga a los manifestantes independentistas. Mientras tanto, los agentes miraron al secesionista sin mover un dedo.
Las actuaciones policiales en Estados Unidos y España (en las protestas independentistas) son muy diferentes. Los agentes estadounidenses no dudan en cargar y en disolver los disturbios mientras que en Cataluña se permitieron las quemas de contenedores y el uso de la violencia.