Donald Trump quiere a su hija, Ivanka Trump, como embajadora de la ONU, algo que ella misma ha descartado y que podría costarle caro al Presidente de Estados Unidos. La hija y asesora de Trump sería una "increíble" embajadora en palabras de su padre.
“He escuchado muchos nombres (para ocupar el cargo). He escuchado el de Ivanka. Creo que Ivanka sería increíble. Ivanka sería dinamita”, dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir a Iowa en helicóptero. “Eso no significa que vaya a nombrarla, porque me acusarían de nepotismo, a pesar de que no estoy seguro de que haya alguien más competente que ella en el mundo”, agregó.
Cualquier puesto en la ONU requiere de la aprobación del Senado, por eso aparecen en juego las leyes de nepotismo, que no existen en el cargo informal que ocupa en estos momentos dentro de la Casa Blanca.
La propia Ivanka ha querido zanjar la polémica y autodescartarse para el puesto a través de Twitter: “Es un honor trabajar en la Casa Blanca junto a tantos y tan buenos colegas”. “Sé que el presidente nominará a un sustituto formidable para la embajadora Haley. Esa sustituta no seré yo".
Todos los rumores surgieron a través de la propia Nikki Haley, actual embajadora de la ONU, que anunció que dejaría su puesto a finales de año: "Ivanka ha sido una gran amiga, y ambos hacen muchas cosas entre bambalinas que me gustaría que más gente conociera”, comentó en el acto de despedida en la Casa Blanca.
Ann Coulter, famosa comentarista conservadora, alimentó los rumores con otro tweet que provocó una gran reacción: "Debería reemplazar a Haley con Ivanka”.
Una de las firmes candidatas a ese cargo es Dina Powell, actual ejecutiva de Goldman Sachs y ex asesora en política exterior del propio Donald Trump, que también se refirió a ella: "Dina es ciertamente una persona a la que consideraría". La CNBC incluso asegura que ya ha habido conversaciones formales entre ambos para confirmar el nombramiento.
Otros nombres que suenan para el cargo son los de los embajadores estadounidenses en Canadá, Kelly Craft; y en Alemania, Richard Grenell, polémico por dar apoyo a la ultraderecha europea en Berlín.