Donald Trump ha sido uno de los presidentes más escépticos respecto a la pandemia del coronavirus, negándose a utilizar la mascarilla sanitaria, y afirmando que el virus de Wuhan no tendría consecuencias distintas a las de una gripe común.
"El año pasado 37.000 americanos murieron de gripe común" defendía el presidente de los Estados Unidos en su cuenta oficial en Twitter el 9 de marzo de 2020. Unas declaraciones polémicas, y que posteriormente confesó haber realizado para "no crear pánico" en su país frente a la pandemia.
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Ahora que el Covid-19 es una realidad que está siendo especialmente mortal en el país norteamericano, que registra más de 190.000 muertes, Trump ha buscado la manera de crear una pantalla de humo sobre la situación estadounidense del virus.
Y lo ha hecho poniendo el foco de atención en España, afirmando que el país "tiene un pico enorme" mientras que Estados Unidos "ya ha pasado" el peor momento de la pandemia.
"En las últimas cinco semanas los casos per cápita se han duplicado en Francia, y han subido más del 300% en España" ha asegurado el presidente americano "he estado escuchando cosas y he estado hablando con algunos líderes en España, y lo están pasando mal".
Así pues, Trump ha asegurado que "A España le está impactando mucho" la pandemia, como foco principal de preocupación del coronavirus de la Unión Europea.
Los números no sostienen sus declaraciones
Pese a estas declaraciones del presidente norteamericano, los números desmienten que Estados Unidos haya pasado la peor parte de la pandemia, al menos, de momento.
Según los datos independientes ofrecidos por la Universidad John Hopkings, el país norteamericano superó este miércoles la barrera de las 190.000 muertes por coronavirus, teniendo actualmente más de 6 millones de casos confirmados de infectados.
Nueva York ya no es, según el diario The New York Times, el estado con mayor número de contagios, pero sí se mantiene como el estado que registra mayor número de muertes totales, con 33.105 fallecidos, más que en toda España.
Números que han sido remarcados por el ministro español de Sanidad, Salvador Illa, que ha criticado que "nadie está en posición de dar lecciones".
"Y, con todo el respeto, menos su actual presidente", ha replicado al habitante de la Casa Blanca, que se ha mantenido en silencio tras la respuesta de España a sus brutales declaraciones.