Mediaset encargó a Risto Mejide las sobremesas malditas de Cuatro, que han remontado su rumbo ligeramente con 'Todo es mentira'.
Este espacio, decía, quería desmontar bulos y fakes. Y sin embargo se ha convertido en un creador de los mismos.
Y lo hace con la complicidad de algunos tertulianos que se prestan al circo como Juan Carlos Girauta, desnortado tras perder el escaño en Cs.
El periodista, azote del independentismo desde hace décadas, creyó que podía participar en el circo sin mancharse.
Risto, ¡cómo no!, le puso contra la espada y la pared porque el exdiputado llamó "gilipollas" a unos espectadores seleccionados con mala baba por parte de los responsables del programa (que son los productores de 'Polònia', que tanta caña han dado siempre a Ciudadanos).
Jurado
Girauta le recordó a Risto que él también insultó a triunfitos y el publicista se defendió: "Yo he estado en un concurso donde se me pedía la opinión como jurado. Aquí no vienes a opinar sobre la audiencia".
El exdiputado se defendió: "¡Yo no vengo a humillarme ante nadie! ¡Conmigo no haréis una caricatura! Quién no me ha respetado es la producción del programa, que selecciona esas llamadas contra mí".
Al final Risto y Girauta han roto su relación. Previsible...