La probabilidad de contagiarse de la gripe en la época de invierno es muy alta. Esta enfermedad suele venir acompañada de malestar general, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, tos y congestión nasal, entre otros síntomas.
Se trata de una enfermedad molesta que tarda en irse unos días y que, en muchos casos, obliga a la persona que la tiene a ausentarse del trabajo para no contagiar a las personas del entorno. A continuación, exponemos una serie de claves para reducir el riesgo de contagio.
Claves para evitar la gripe
Fortalecer el sistema inmune: si una persona está sana tendrá menos riesgo de coger la gripe. Por lo tanto, el primer paso que hay que seguir es el de fortalecer las defensas a base de una correcta alimentación y de deporte.
En cuanto a la comida, el organismo debe recibir todas las vitaminas y minerales necesarios. Se deben comer frutas, cereales, verduras, productos lácteos, carnes y pescados. Además, hay que hacer especial hincapié en los alimentos que contienen vitamina C, como el limón y el zumo de naranja.
Además, hay que acompañar la buena alimentación con una vida activa. Hay que aprovechar cualquier momento del día para salir a la calle y hacer algo de deporte.
Dormir: otro factor importante es el descanso. Hay que dormir el tiempo suficiente para que el organismo reponga energías. Si no se cumple con esta premisa, las otras dos no tendrán ningún efecto.
Higiene: hay que tomar todas las medidas higiénicas necesarias ya que ninguna persona, por sana que esté, es 100% inmune a la gripe. Durante la época de invierno es recomendable ventilar y limpiar los lugares cerrados de forma frecuente.
Asimismo, las personas deben lavarse las manos varias veces al día para eliminar cualquier rastro de virus. Sobre todo, se debe hacer esto tras tocar objetos fuera de la seguridad de tu hogar.