Carles Puigdemont y sus seguidores, tanto dentro del Govern catalán como en las filas de JxCat, han supuesto uno de los mayores desafíos de Pedro Sánchez desde su llegada a la Moncloa.
No sólo por los conflictos callejeros que han provocado los radicales independentistas en Cataluña, con el beneplácito de la Generalitat de Quim Torra, sino también por el constante discurso del fugado de Waterloo y los suyos contra el Gobierno de España y el papel de Sánchez.
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Un enfrentamiento contra los que Pedro Sánchez podría estar a punto de dar un gran golpe de efecto a Puigdemont, aprovechando la polémica división entre JxCat y el PDeCAT.
Así pues, el presidente del Gobierno estaría dispuesto, tal y como ha afirmado este lunes en una entrevista en TVE, a pactar con el PDeCAT la aprobación de los nuevos Presupuestos Generales del Estado, contando el socialista con los cuatro escaños del PDeCAT en el Congreso.
Una alianza entre el Gobierno nacional y los 'enemigos' de Puigdemont que sería un golpe casi definitivo a JxCat de cara a las próximas elecciones autonómicas.
A la vez, Sánchez ha anunciado que se reunirá con ERC en la mesa de negociación del conflicto catalán y, a pesar de no haber dado una fecha exacta, se espera que se celebre antes de octubre, consolidando así aún más al partido republicano como el favorito en las encuestas de los próximos comicios catalanes.
Esto es lo que Sánchez no sabe hacer para solucionar el paro
Una doble jugada del presidente socialista que deja fuera del tablero de juego al fugado Puigdemont, cuya formación, JxCat, se queda al margen de las negociaciones y, por tanto, de la esfera política actual a pocos meses de enfrentarse a las demás formaciones independentistas en las urnas.
Pedro Sánchez busca apoyos para los Presupuestos
Serán "unos presupuestos progresistas pero también de país" ha asegurado Pedro Sánchez, afirmando que le gustaría "sacarlos, no con 176 apoyos, sino con más", consiguiendo así una mayoría parlamentaria intocable.
Ante la negativa de PP y ERC, el Gobierno cuenta con el apoyo, al menos de momento, de Ciudadanos y PNV. Un apoyo que, sumado a los votos del gobierno, obtendría un total de 171 escaños.
Es por ello por lo que Pedro Sánchez busca ahora el apoyo de grupos minoritarios para aprobar las Cuentas con, al menos, 176; un contexto en el que los cuatro escaños de los que dispone el PDeCAT en el Congreso se convierten en votos fundamentales para sacar adelante el proyecto económico del Gobierno socialcomunista.
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Algo que no sólo vuelve a posicionar al PDeCAT dentro de la política nacional, sino que se convierte en una puñalada a ex militante Puigdemont pocos días después de que el ex president fugado rompiera el carnet de la formación.