A pesar de las amenazas, y de los llamamientos por parte de los grupos radicales a la movilización de los independentistas para la celebración del cuarto aniversario del 1 de octubre, este pasado viernes, el 1-O de 2021 ha supuesto un brutal batacazo del movimiento nacionalista catalán.
Así pues, apenas unos cientos de personas se han manifestado en las principales calles catalanas exigiendo la independencia, una caída en picado del apoyo ciudadano al independentista en comparación con los números registrados en años anteriores.
Situación que ha sido valorada por muchos líderes independentistas ante los medios de comunicación, así como en sus redes sociales, haciendo autocrítica, como en el caso de Dolors Bassa, que se arrepentía del referéndum, así como asegurando que es necesario reflexionar y conseguir nuevamente la unidad de los partidos nacionalistas para conseguir recuperar el músculo político secesionista, tal y como defendía el diputado Albert Batet en el Parlament de Catalunya.
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Más optimista se mostraba Carles Pugidemont, cumpliéndose cuatro años de su huída a Waterloo, asegurando que estos cuatro años han sido una demostración del "camino a seguir" para conseguir la independencia, a pesar del rechazo del "Estado español" a "aceptar" a Cataluña como nación.
"Estos cuatro años hemos demostrado que hay camino, que hemos continuado el camino, y que hay formas de victoria que están en nuestras manos" ha asegurado el fugado de Waterloo.
Torra no se arrepiente de nada
Palabras que no comparte Quim Torra, que se ha mostrado muy crítico con cómo se actuó el 1 de octubre de 2017, destacando que el "fracaso" del independentismo se produjo porque no se mantuvo el desafío ante las acciones del Estado.
"El 1O es una fecha. Nada habría pasado si no se hubiera fijado un día para el embate [...] Es un plan trabajado durante muchos meses, y que sólo falló porque no defendimos la República proclamada" ha asegurado en su cuenta de Twitter el ex president catalán.
Un mensaje que supone una puñalada directa a su antecesor en la Generalitat de Cataluña, llegando incluso a considerarle un 'cobarde' por huir de Cataluña, en vez de mantener "la desobediencia sostenida" ante el Ejecutivo nacional, a pesar de la implantación del artículo 155.
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Fracaso de su antecesor, así como del movimiento secesionista, del cual Torra se desvincula, reconociéndose orgulloso de sus actos en el Govern, y reconociendo que, actualmente, haría lo mismo.
"Hace un año que salí del Palau, y volvería a hacer lo mismo" ha asegurado en TV3 "Estoy pendiente del segundo juicio por haber hecho lo mismo y por estar del lado de los derechos fundamentales y los derechos de los pueblos" ha matizado.